Inspiración dolorosa, así fue como salio este Budín de Miel.
Paso a contarles. De un día para el otro aparecieron abejitas en el jardín. Así de la nada, un monton de voladoras creadoras de miel, se paseaban al lado de un árbol.
Apenas anoticiada de tal mini drama, llamamos a alguien que se las llevara (descartando al fumigador). Amablemente aparecio Fabian*, apicultor aficionado, con panales en prospero crecimiento.