Tandil, sierras y panzas llenas.

Estuve en Tandil. Nos tocaron días lluviosos, lo único que no se puede contratar de unas vacaciones.
Tenía anotadas recomendaciones de compañeros bloggers, no recuerdo bien quienes fueron, pero les agradezco, fueron muy útiles.

Tandil, me pareció una ciudad tranquila, verde y limpia (porque de suciedad sabemos los porteños). Hay unas cuantas plazas, un lago, y las sierras.
Además, mucha comida. Abunda la oferta en embutidos, quesos y conservas. Y también abundan las porciones. Comimos como cerdos. Nos hartamos de comer, y el clima no ayudo mucho a bajar las calorías ingeridas.

Pero no me quejo para nada. Quería completar con fotos y continuar con la recomendación para los que no lo conocen.

Huellas del Tandil: picadas para comer in situ o llevar. Muy recomendable. Pedimos la picada de ahumados y algo calentito para aguantar la lluvia, unos choricitos con chutney y criolla. La picada, muy abundante y deliciosa, sólo por 140 pe y alcanza para tres. Los choricitos de cerdo eran una delicia.
Quedamos con ganas de comprar de todo para llevar a casa.

Tierra de Azafranes, lindo lugar, muy buena atención, la carta tiende al arroz, pastas y mariscos. Tal vez no elegimos muy bien, esa noche había una degustación de pastas ($200) que sonó bien cuando nos la nombraron, pero después no nos maravillo. Le daría una segunda oportunidad al lugar, para probar las pastas o el risotto.

Después de las primeras pastas vino la lasagna (¡contundente!) y unos ñoquis que nunca ví antes, al nero di seppia (dudé en poner esa foto).

Mención aparte la parrillada de El Criollo, una parrilla que esta en el centro de la ciudad. Empanadas de carne fritas por las que se me cae la baba de solo pensar. Me muero de solo pensar que esa parrilla esta tan lejos de casa. Recomendadísimo. Si vuelvo a pasar cerca de Tandil, voy de cabeza a este lugar. La parrillada por persona salía $100

Las empanadas de El Boliche de Noli están buenas, son caseras y abundantes. En el almacen de al lado se pueden abastecer de mermeladas, conservas, quesos. Traje dulce de leche Produlac, pero todavía no tuve tiempo de probar. Ampliaré apenas meta la cuchara. Como me arrepiento de haberlo comprado. No hagan lo mismo que yo. ¡No van a poder creer lo rico que es! ¿Y cuando se acabe, cómo hago? ¡¿Eh?!

De casualidad encontré el restaurante Boj. Comandado por un cocinero español, una casona antigua estilo español, muy bien atendida. Con platos interesantes, les muestro los que pedimos (y la descripción según la carta).

"Ensalada lyonesa con langostinos, huevo poché y crema suave de echalotes"

"Lomitos con manteca de quesos, papas a lo pobre, y reducción de vino tinto" ¡Muy rico! Bien el punto de la carne que pedí.

"Matambre de cerdo glaseado con gírgolas y castañas de cajú sobre puré de papa" No lo probé, pero no quedo nada en el plato, así que me imagino como estaba.

"Torrija ligera con fruta salteada de estación y helado de miel y azahar" "Peras al jerez con crema de azafrán"
Una delicia la torreja (como la conozco), el azahar en el helado con la fruta tibia quedaba delicioso. Cambie de idea con el azahar. De la pera, el comentario era la sutilieza de los sabores.

Comimos más que bien en Boj y no se lo pueden perder si van. Gastamos $400 con estos platos y un vino.
Hagan reserva antes de ir, para no quedarse sin mesa (en temporada alta es como obligatorio reservar).

En general, en Tandil, las porciones son abundantes, no es caro (para lo que estamos acostumbrados en CABA), atienden bien (son profesionales atendiendo, sin importar la edad del camarero), y son honestos.

Cuando dejó de llover paseamos por la Reserva Sierra de Tigre ($40 p/pers), que no nos dejó ver muchos animalitos al aire libre (hay enjaulados, pero los evitamos) pero sí disfrutar la vista.

Ahí, abajo de todo ese cielo, hay una llama mirando el horizonte.

La aerosilla del Cerro Centinela es lindo paseo pero un poco caro ($60 p/pers) por la vista. No hicimos mucho más que eso, caminar un poco por los alrededores y merendar en la pulpería de la base. Los platos se veían buenísimos, pero cierran después de la merienda.

La subida a la ex-piedra movediza esta buena para ver la ciudad desde las alturas. Recordatorio: llevar Off
Otro lugar para todo desde arriba es el Monte Calvario. Esas escaleras son buenas para hacerte sentir como Rocky (aunque con perseverancia y un poco de descanso se llega).

A Huellas volvimos y nos llevamos de todo para picar con las familias en Bs As. Les recomiendo este lugar, aunque seguro que les pueden recomendar otros tan buenos como este. La mujer que nos atendió sabía, nos daba a probar, nos aconsejaba. Terminamos comprando mucho, y no gastamos tanto, por 350 pesos tenemos como para 4 picadas al menos (si el ratón con el que convivo no se hace el vivo :D)
Lo más raro que trajimos fue un queso con trocitos de chocolate, le tengo fe ojalá no sea una reverenda porquería. Les cuento cuando lo abra.

Un hermoso lugar para descansar, llenar los pantalones hasta querer desabrochar un botón (¡o dos!), y hacer actividades para mover los glúteos.