También nos equivocamos

Si alguien me pregunta donde puedo estar en un día feriado es probable que la respuesta sea: en una cocina! Obvio, no? Tal vez no de una manera ajetreada como en la línea de fuego, sino desde un lugar más descansado: mirando, opinar que nos gusta, pensando ideas nuevas y por supuesto, mate en mano, probando esas ideas.

Hicieron alguna vez una prueba que no haya funcionado?


Mientras miraba la preparación de un curso de chocolatería avanzada en una escuela de pastelería, como hacían las recetas, las pruebas, la mise en place, hizo agua mi boca un paquete perdido de sal Maldón... lo probé... explotó en mi boca y disparó ideas.

Una, tal vez no descabellada para esta mente, era combinar los dos ingredientes a mano, el chocolate y la sal. Dando vueltas por la bloggosfera apareció una receta de fleur de sel cubierta en chocolate para esparcir sobre un simple helado.

Mi deseo fue concedido con la prevención de que iba a ser demasiado fuerte. Combinar sal Maldón y chocolate semiamargo es muy salado, tanto que hace cerrar los ojos como un golpe, aromático eso sí, pero demasiado salado.

De todos modos, aunque la idea haya fracasado no es un pulgar para abajo rotundo, sólo hay que mejorarla. Como mente siniestra sobra, tal vez encuentre alguna receta, y porque no alguien que nos mande su prueba. De los errores debería salir algo bueno, en teoría, y como algo humano tengo, también puedo cometerlo.

Errare humanum est, ignoscere divinum. (Errar es humano, perdonar es divino)