Buttercrunch Toffee de Chocolate, Avellanas, Maní Salado y Nibs

Ya van varias veces que descubro que tengo un libro de caramelo sin usar. Ni una receta hice. Lo abro, lo ojeo un poco, y lo dejo. Pasa el tiempo. Hasta que lo descubro de nuevo. Un perfecto círculo vicioso.

Pero siempre me queda la idea que algo tengo que hacer. Y en una mezcolanza de ideas, dulces y saladas, chocolate y maní, invierno y caramelo (síganme la corriente con la conjugación de palabras), encontré la receta.

Tal vez les pase como a mí con las recetas de caramelo, que la miren y la dejen de lado, para hacer algo más atractivo a nuestros paladares. Pero si logro que les quede flotando en la mente, aunque sea un trocito de esta receta, me siento satisfecha.

Ahora si la hacen van a entender porque se las muestro.
Lo que les digo es que vale la pena. Y vale lo suficiente como para ir a comprarse un termómetro, si no tienen. Van a entender cuando el aroma dulce a manteca y caramelo invada sus cocinas. No es solo el aroma a caramelo, la manteca hace más volátil ese aroma, más dulce y sabroso.

Otra cosa que quería contarles es que no tengo traducción para la palabra buttercrunch. Es un caramelo quebradizo, con chocolate y frutas secas. Para los que piensan en sus dientes comiendo caramelo, les aviso que no es del que se los rompe. Gracias al bicarbonato de sodio queda frágil, como aireado, para hacer más gráfica la idea.

Dulce y salado. Salado y dulce. No les cuento nada nuevo si les digo que los combino en esta receta.
Maní salado + Chocolate semiamargo. ¿Están ahí todavía, o los perdí?
Si nunca probaron esta combinación deben hacerlo. Es una orden.

Naaa, mentira. Es una orden pero con cariño.

Espero que les guste.

Buttercrunch de Chocolate, Avellanas, Maní Salado y Nibs
Avellanas 100 gr
Maní salado 100 gr
Nibs 20 gr
Chocolate semiamargo 140 gr
Azúcar común 250 gr
Manteca 110 gr
Sal pizca
Bicarbonato de sodio 1/4 cdita
Agua, 2 cdas

- Preparar una placa, enmantecandola o aceitandola. Si tienen, pueden usar una plancha de silicona, sola, sin medio graso
- Picar las avellanas y el maní, entre mediano y pequeño sin llegar a polvo, separar en dos mitades
- Una mitad esparcirla sobre la placa en un espacio de 20 x 25 cm
- Mezclar los nibs con la mitad restante de avellanas-maní
- Picar el chocolate y reservar
- Preparar el bicarbonato
- En una olla mediana, poner el azúcar, manteca, sal y agua
- Llevar a fuego y con cuchara de madera revolver para que se funda parejo, pero que no sea en exceso
- Cocinar hasta que llega a 150°C, y agregarle el bicarbonato y mezclar
- Inmediatamente después volcar de manera pareja, que llegue a cubrir todas las nueces, si es necesario emparejar con la cuchara de madera
- Esparcir el chocolate, y reposar por 2 minutos, y esparcir con una espátula
- Espolvorear la mitad que resta de nueces con nibs y presionar levemente con la mano para que se peguen al chocolate
- Enfriar a temperatura ambiente por media hora y llevar a la heladera por media hora para que termine de solidificar el chocolate
- Despegar de la placa y romper en trozos
- Guardar en recipiente hermético, hasta 10 días
  

Notas al pie
- Lo más importante en esta receta es que la lean completamente, la memoricen (¡no son tantos paso, no protesten!), y tengan todo preparado, pesado y las herramientas a mano. Si no lo hacen, les digo "¡Te dije!"
- El termómetro es indispensable, no hay tu tía
- ¡¡¡Ojo con el caramelo!!! Al Instituto del Quemado no los voy a visitar, porque "¡Se los dije!"
- (¿Estoy muy mala?) Bue, el caramelo no es chiste
- Para lavar el caramelo, llenan la cacerola con agua y llevan a hervor
- Para pelar las avellanas: poner en una placa para horno, hornear por 5 minutos a 170°C, o hasta que sientan olorcito a tostado rico.
- La última nota: el maní que usé no es extremadamente salado, eso lo regulan a gusto.
- Ahora sí, la última: la manteca, que sea de la buena. Es un sabor protagonista.


Para terminar, sin ser exagerada, antes de comer un trozo del buttercrunch, piensen en el autocontrol y técnicas para lograrlo. Les juro que no exagero.