Chocolate de exportación

Sigo con Londres (un viaje así hay que sacarle provecho)...

Aunque no parezca Londres tiene una tradición en lo que se refiere al chocolate. Las bombonerías más antiguas son de fines del siglo 19. Y las más recientes, como Rococo Chocolates, tiene apenas unos veintitantos.



Esta chocolatería, con un par de locales en la cosmopolita ciudad, algo excentricos y pintorescos, hace una variedad de chocolates, siempre orgánicos, saborizados con especias, como el de chocolate blanco con cardamomo, chocolate semiamargo con lavanda, gengibre, rosas, etc...
A esta altura, para el que gusta de consumir buen chocolate, está enterado de estas combinaciones. Ok, entonces, nada nuevo bajo el sol.


Bueno, sí. El libro "Real Chocolate" de Chantal Coady, la dueña de Rococo. Pero no vino en una valija, por lo menos no la mía, fué adquirido en una librería porteña a un módico precio, casi regalado, si pensamos en libras.

Y que tiene de bueno o novedoso, este libro, además de recetas de cocina con chocolate, es la ganache con agua. Mmm... oigo gritos de herejía de los que saben. Ocho onzas (225 gr) de chocolate semiamargo y una taza (240 ml) de agua hirviendo... Ok, basta de gritos, sí, agua y chocolate. Más adelante, en otro post, volvemos a este tema que da para hablar. Se le agrega al chocolate fundido el agua hirviendo de a cucharadas. Se va a endurecer al principio, pero a seguir, que cuando se termine de incorporar todo el agua, debe quedar una mezcla lisa. Y es una buena idea usarla para bajar las calorías a un postre.

En definitiva, en Rococo, se nota el amor por el chocolate, nuestras papilas gustativas lo saben. Y en la biblioteca culinaria, queda esta joya para alimentar nuestro cerebro.